Este libro trata de la adquisición de la lectura y las complejidades que conlleva aprender a leer. Para realizarlo se acudió tanto a las historia como al estado de situación actual de esta temática que es de vital importancia para el ser humano.

En ese sentido, los avances de diferentes disciplinas científicas vinculadas al lenguaje (como es el caso de las Neurociencias) ofrecen evidencias empíricas fundamentales para una mejor comprensión de cómo aprende nuestro cerebro a leer. Estos y otros insumos que nos aportan diversas ciencias permitiría a los docentes reflexionar, repensar, ampliar, cambiar y hasta desechar algunas de sus prácticas. Les permitiría, incluso, elaborar una nueva didáctica de la enseñanza de la lectura, la cual debería estar ‘alineada constructivamente’ con lo que sabemos hoy acerca de cómo funciona nuestro cerebro cuando aprendemos a leer.

El libro se desarrolla en cuatro capítulos que van explicitando las diversas complejidades que ofrece la adquisición de la lectura. El primero nos presenta un marco histórico general sobre las concepciones que se desarrollaron acerca de la adquisición de la lectura y las diversas ‘querellas’ que provocaron diversos modelos de enseñanza.

El segundo capítulo se centra en la adquisición de la lectura desde la expansión y ampliación de la misma, tema que, en general no es abordado en profundidad o es, simplemente, soslayado. Sin embargo, conocer con cierta profundidad que hoy se habla de esa lectura expandida o ampliada es imprescindible para el trabajo docente puesto que implica poder manejarse con más seguridad en las sociedades actuales. Incluso, una noción de estos aspectos nos harán ver que hasta el propio concepto de lectura se ha ampliado, por lo tanto, ha sufrido ciertos cambios que los docentes deberán tener en cuenta puesto que el propio concepto de lectura se ha modificado.  
 
El capítulo tres aborda un tema que ha sido y sigue siendo bastante controvertido: ¿lectura a viva voz o lectura en silencio?  Aquí se hace un planteo que parte de diversas investigaciones con el fin de comprobar el beneficio o el daño que puede aportar cada modalidad. Para ilustrar esta temática se ofrecen a los docentes algunos ejemplos y estrategias didácticas que pueden ser útiles para trabajar en las aulas.

El capítulo 4 toma un prototipo de texto: el narrativo con el fin de fundamentar que el uso de los relatos son una fuente de alta motivación y que ello beneficiaría adquisición de la lectura.
 
En síntesis, podría decirse que el propósito de este libro es el de aportar a los docentes insumos (tanto teóricos como prácticos) que los apoyen en la enseñanza de la lectura con el fin de potenciar las competencias lectoras de sus alumnos. En este sentido podría decirse que la obra es una interesante herramienta para maestros, docentes especializados y para todo enseñante que esté interesado en actualizarse y ampliar sus conocimientos en torno a la didáctica de la lectura que se discute en la actualidad.